A ver qué pasa

Cuando no sabes, no sabes y punto, eso es lo que digo yo. Y cuando no entiedes preguntas, y cuando callo es que pienso, luego existo, soy y estoy, no vuelo ni me teletransporto, ¿ya me gustaría!

Las cosas pasan porque pasan y si no coges el tren de las 8 puedes coger el de las 8'15 pero seguramente te perderas al borracho de turno bailando una jota mientras un guiri italiano toca la flauta.

También puedes coger el coche e irte de Donosti (petau hasta las bragas de la Bella Easo) a Bilbao, un puto lunes, víspera de fiesta. A la 1am aparcas por el gurbeljim (digase Guggenheim, en ámbitos intelectos)y apuntas al Balcon de la Lola, queer total. Ves al camarero tirando vasos al suelo, preguntas el por qué y la respuesta es: "como no hay gente nos aburrimos" así que con el mezclador de bebidas en el pelo y la piruleta de corazón en boca te apuntas a la chorrada.

Pasa la noche y no muchas cosas más. Andas y caminas, ¡cuán sorpresa que a la vuelta de la esquina emana un torrencial de agua! y como estamos en Bilbao y se hace a lo grande, el torrencial salía de un portal. Llamas al 112 y le das el movil a otra para que hable (el trabajo entre todos cuesta menos) le dice dos palabras y cuelga, aparecen unos "euskopolis" por aquello de que estamos en la calle Bailen. Tengan en cuenta que si vailen o no vailen lo que importa es que te pase y si no te pasa, otra vez será. Y así, te sientas en la esquina del Balcon a ver qué pasa.