Manos
Ésas con las que llegaste a acariciar el viento un día melancólico y luego las acercaste a mi mejilla diciendo que me traías aire mimado de cosecha propia. Me pareció el regalo más dulce que recordaba. Después rozaron suavemente mi cuello y el vello levantó la cabeza para respirar mejor; era el aire más cálido que les llegó nunca. Y la fragancia se quedó clavada en su recuerdo para siempre.
ManOsosIlana Yahav trabaja con las manos y arena***
Fútbol con las manos
Música con las manos
Música con las manos II
Las manos que pueden destruir, son las mismas que pueden ayudar.
Etiquetas: intimidades, manos, videopost
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