c.a.arratetxo: cuatro ojos

Viendo que mi tardía entrada en este mundo de los topitos bípedos os ha creado curiosidad, os contaré cómo fue la historia:

Hará unos cuatro años que se me antojó comprarme gafas "de ver" sin graduar porque me gustaba la estética. Mi conciencia anticonsumista me retracto de ello. Así que el furor de las gafas quedó atrás hasta que un día en una revisión me mandaron al oculista.

Aquél día me convertí en manolita gafotas.